Las memorias de muchas vidas desde el corazón de las montañas
Artículo escrito por Ana Sarmiento
En el día de ayer se presentó el largometraje “La Niebla de la Paz” producción colombiana del director Joel Stangle, un audiovisual que aborda las historias de vida de integrantes de las FARC en tiempos previos a la firma del acuerdo de paz, hasta la elección del sucesos del presidente Juan Manuel Santos.
Durante 86 minutos el largometraje adentra al espectador en las memorias e historias de vida de personas con diferentes roles dentro de la organización y que tiene como epicentro la montaña como “testigo silencioso, en ella están encaletadas las memorias del pasado.” Se trata, pues de un film que aborda todas las facetas de la noción de territorio: Montaña territorio, ciudad territorio, los cuerpos de los combatientes y ex-combatientes como territorios y acervos de memoria de guerra. La familia como territorio fragmentado a raíz de las problemáticas sociopolíticas y económicas que se remontan a los tiempos de la Marquetalia en Colombia.
La historia no contada del conflicto armado colombiano, y el sueño de una persona por rescatar todas las memorias escritas y filmadas de una guerra que se remonta a más de 60 años de batallas. No hay un resumen perfecto a todo lo que este film le plantea al espectador, y qué manera de honrar las memorias e historias de personas que han dado, dejado y sacrificado su vida por la defensa de unos principios y convicciones que ahora mismo lo interpela mientras la realidad del fin de conflicto los deja en la desnudez socioeconómica en la gran urbe de la Bogotá donde se suman a las filas de mas de 10 millones de personas que en la ciudad luchan por sobrevivir y “seguir las ordenes” de un sistema que no cuida, que no protege la dignidad de la existencia como el corazón de la montaña.
A quienes no tuvieron la oportunidad de asistir a esta función, el 23 de noviembre a las 19 horas en la C. C Terminal Goes podrán ver esta película, deleitarse con los paisajes y los sonidos de la selva colombiana, mientras con los relatos de sus protagonistas, el espectador probablemente se sienta interpelado frente al ser humano y sus paradojas en tiempos de conflicto donde la única certeza es que después de una guerra de tantos años nadie, ni un país entero, ni las poblaciones rurales y de las grandes ciudades y mucho menos quienes desde los diferentes bandos le pusieron el pecho a la guerra, nadie, absolutamente ninguno de ellos volverán a ser los mismos.