En la apertura del festival, previo a la proyección de su película “Lluvia de jaulas”, el director de cine César González realizó una presentación a través de una videoconferencia desde su casa, que se adecuó a la situación sanitaria en la que nos encontramos, pero que no impidió un interesante intercambio.
Pese a la distancia, el artista bonaerense comunicó de manera cálida y humilde (calificativos pertinentes a sus obras) un mensaje conciliador para el espectador uruguayo. Mostró su preocupación por la inminente disminución de derechos que proponen gobiernos como el que actualmente existe en Uruguay, comparándolo con la presidencia de Mauricio Macri en su país, cuyo periodo presidencial fue justamente el momento en el que se desarrolla su film.
Al explicar su obra, César se encuentra a medio camino de describirla como un documental o como una ficción. Realmente esta definición se aplica a la perfección, ya que el público puede ver lo más cotidiano y específico de la vida humana junto a imágenes que solo pueden nacer de la poesía más inocente e imaginativa, poesía que es recurrente a lo largo de todo el largometraje pese a ser una película muy visual llena de silencios inmersivos y hasta por momentos, incómodos.
El director también aclaró que quizás hubiera querido que su película fuera más ficticia de lo que terminó siendo; el actor que interpretó al protagonista se encuentra privado de libertad en este momento a causa de un delito relacionado a las drogas. Con una ironía amarga muy característica, César González habla de que esto no es una rareza para la clase trabajadora de las villas de Buenos Aires, que se ven empujados por la mismísima lucha de clases a intentar lo posible por sobrevivir el día a día, ya sea ganándose la vida vendiendo o haciendo uso de ellas para evadir una realidad que se siente como una verdadera jaula, material como la existencia misma.
Una lluvia de jaulas es verdaderamente lo que puede apreciarse, jaulas que, según el artista, son metafóricas y físicas. Sonidos de truenos acompañados de balazos, que por un momento pueden confundirse por lo que creemos la naturaleza misma del violento ser humano, pero que, con un poco de sensibilidad, nos damos cuenta que no debería ser la norma de personas vulnerables y jóvenes como las que se ven en las imágenes.
Una película honesta de una manera brutal, tal como su creador.
El cineasta argentino César González en la aprtura del 9° Tenemos Que Ver from Tenemos Que Ver on Vimeo.